Vives y aprendes, dicen.
Bueno, a veces se aprende. Otras veces uno es demasiado terco para aprender, y esa es una de las razones por las que me encontré intentando reparar la ventanilla del conductor de nuestra camioneta.
No ha funcionado bien durante unos años, pero lo manteníamos enrollado y cerrado. Luego se cayó contra la puerta. Ninguna cinta adhesiva lo sujetaba. Pero eso significaba que lo conducíamos con la ventanilla abierta. No pasa nada con buen tiempo. Otra cosa completamente distinta con la lluvia. La lluvia entraba con fuerza y, en la carretera, los camiones grandes no solo te rociaban el coche, sino a ti. Desde que también se rompió el aire acondicionado, conducir con el calor del verano se convirtió en un suplicio.
Así que busqué en internet para ver si había información sobre cómo reparar una camioneta de 1999. Increíblemente, sí la había. Había muchísimos videos y parecía que no sería gran cosa. Hasta que empecé.
El panel interior de la puerta está sujeto por cinco tornillos; dos se pueden quitar con un destornillador Phillips. Los otros tres son unos llamados T-25, creo. Necesitan un destornillador especial de seis caras. Pensé que tenía suerte porque tenía algunos de estos destornilladores especiales de mi última reparación desastrosa.
Entonces, todavía sin entender por qué la empresa no podía usar los mismos tornillos para todo, los quité todos y los esparcí con cuidado en el piso del camión para que se perdieran fácilmente.
El panel de la puerta seguía puesto porque se necesita una herramienta especial para extraer la manivela de la ventana (de verdad, el nombre). Después de buscar un poco en internet, encontré a alguien que dijo que se podían usar alicates de punta fina, así que me ahorré unos dólares.
De nuevo tuve suerte porque tenía varios pares de estos. Compro un par y, cuando llega el momento de usarlos, desaparecen en el sótano. Todos aparecen con el tiempo, pero nunca cuando los necesito, así que siempre compro otro par.
Tras una ardua lucha, la manivela se me soltó de la mano y, ¡qué suerte!, el resorte seguía en su sitio, listo para volver a colocarlo si alguna vez conseguía reparar la ventana. Pero no cuentes tus pollitos hasta que nazcan, dicen.
El panel estaba desprendido, pero seguía unido a la manija exterior de la puerta con una varilla del abridor interior. En lugar de quitarlo con cuidado, hice un pequeño retoque y rompí una pieza de la manija interior. Solo entonces la varilla se desprendió de la manija exterior. La puse con las demás cosas en el suelo.
ROMA NO SE CONSTRUYÓ EN UN DÍA
Quité el elevalunas, una pieza metálica con muchos ángulos y un engranaje de aspecto feo. Después de unos días, pude comprar una pieza para la manija interior de la puerta y también un elevalunas nuevo.
Bueno, Roma no se construyó en un día y nunca he arreglado nada tan rápido. Ya llevo una semana con este proyecto y desearía que desapareciera. Pero ahora no solo tenía la ventanilla bajada para siempre, sino que, al conducir, tenía que abrir la puerta buscando la manija desde afuera.
Bueno, a veces hay que derribar para construir, me dije. Tras derribar casi todo, intenté reconstruir.
Tras muchos intentos, la ventana volvió a estar en su sitio. Solo me falta un perno que parece haber perdido. El panel de la puerta también está listo para volver a colocarse, si tuviera todos los tornillos.
CÓMO TRATAR LAS MULTAS DE TRÁFICO FALSAS
Pero ahora estoy ocupado con otro proyecto. Tengo que convencer a la ciudad de Chicago de que no estacioné ilegalmente el 11 de agosto, porque ni yo ni mi coche estábamos allí. Como tienen la matrícula equivocada en la multa, ni siquiera estoy seguro de cómo consiguieron mi nombre. De hecho, cuando intenté aclarar las cosas en su sitio web, diseñado especialmente para ello, se negó a creer que mi apellido era Spiers.
Esto debería ser un desastre. Al menos hace que la puerta parezca fácil en comparación.
Siempre pasa algo, dicen.
Hora de publicación: 11 de noviembre de 2021
